Los mejores consejos de seguridad e higiene en el trabajo

Seguridad e higiene en el trabajo

Como empresario, es fundamental que aborde cualquier problema de salud y seguridad en el trabajo lo antes posible.

Estos son nuestros principales consejos sobre seguridad e higiene en el trabajo para ayudar a su pequeña y mediana empresa a abordar más fácilmente el cumplimiento de la normativa en el lugar de trabajo:

Sopese los riesgos para la salud y la seguridad

Realice una evaluación de riesgos para identificar los riesgos de que alguien resulte perjudicado por su empresa.

Asegúrese de que su evaluación es realista. En otras palabras, además de identificar los posibles riesgos, piense en la probabilidad de que se produzcan y en las consecuencias que tendrían si se produjeran.

Así podrá tomar una decisión informada sobre los riesgos en los que debe centrarse y abordar con urgencia.

Analice qué medidas puede adoptar para reducir los riesgos a un nivel “razonablemente viable”.

Considere la eficacia de esas medidas.

Averigüe lo que piensa el personal

La ley le obliga a consultar a su personal sobre la salud y la seguridad.

Pero no piense en ello sólo como un ejercicio necesario para marcar las casillas. Hablar con los empleados puede contribuir realmente a que su lugar de trabajo sea más seguro y productivo.

Averigüe más sobre la forma de trabajar de su personal. Le ayudará a identificar los problemas de seguridad e higiene en el trabajo y las mejores formas de abordarlos.

Subraye la importancia de la salud y la seguridad

De poco sirve tener una política de salud y seguridad si nadie la entiende.

Asegúrese de que todo el mundo sabe

  • Cómo realizar su trabajo de forma segura.
  • Qué hay que hacer para minimizar los riesgos.

Unos sencillos talleres o sesiones de formación sobre salud y seguridad pueden ayudar a que el personal comprenda el papel que desempeña en la creación de un lugar de trabajo sano y seguro.

Mantener un lugar de trabajo ordenado

Un consejo de salud y seguridad fácil para la oficina y una forma sencilla de reducir el riesgo de incidentes es mantener la oficina, el taller o la unidad industrial limpios y ordenados.

Reduzca el riesgo de resbalones, tropiezos y caídas, eliminando el desorden y asegurándose de que no se dejan objetos innecesarios en el suelo.

Mantenga el equipo y los edificios

Asegúrese de que todos sus equipos se revisan con regularidad y de que lleva a cabo con prontitud las reparaciones necesarias.

Registre todos los aparatos eléctricos, incluida la última vez que se comprobaron.

Si establece horarios regulares para comprobar el estado de los equipos y los edificios, podrá detectar las áreas que necesitan atención antes de que se produzcan problemas reales.

Mantenga un botiquín de primeros auxilios bien abastecido

Por muy pequeña que sea su empresa, debe asegurarse de tener un botiquín de primeros auxilios bien abastecido.

Pida a alguien que controle su contenido para asegurarse de que siempre contiene los artículos de primeros auxilios necesarios.

Dependiendo del tamaño de su organización, también puede ser necesario tener personal en las instalaciones con formación en primeros auxilios.

Asegúrese de que su cualificación en primeros auxilios se mantiene actualizada.

Realice simulacros de incendio con regularidad

Los simulacros de incendio periódicos son esenciales, por muy molestos y contraproducentes que parezcan.

Debe realizarlos al menos una vez al año.

Asegúrese:

 

  • El personal sabe exactamente qué hacer en caso de incendio.
  • Tiene una política de seguridad contra incendios.
  • Tiene un plan de evacuación de emergencia y todo el personal lo conoce.

Las salidas de incendios y las rutas de acceso a las mismas se mantienen despejadas en todo momento.

Identificar a los trabajadores vulnerables

Debe conocer al personal que pueda considerarse vulnerable.

Si alguno es discapacitado, está embarazada o sufre problemas de salud de larga duración, es buena idea realizar una evaluación de riesgos específica para asegurarse de que su seguridad e higiene en el trabajo están debidamente protegidas. Por ejemplo, una trabajadora embarazada no debería levantar objetos pesados.

Los trabajadores muy jóvenes también pueden necesitar una estrecha supervisión.