La tecnología tiene el poder de afectar no sólo a la educación sino también a la cultura, la religión y los pensamientos y creencias personales. Mientras que la población mundial está creciendo continuamente, nuestro mundo global parece ser cada vez más pequeño, ya que somos capaces de conectar con la gente de una manera que nunca se imaginó.
La radio y la televisión fueron unos de los primeros contribuyentes a esta nueva forma de medios de comunicación de masas y desempeñaron un papel que afectó a los puntos de vista políticos y las creencias religiosas del mundo, así como a cambiar la forma en que vemos la alfabetización en un entorno educativo.
Mientras que estas tecnologías comenzaron como una forma de entretenimiento, la gente rápidamente comenzó a ver los avances y los beneficios que estas tecnologías podían traer a un entorno educativo.
“Ningún profesor de nuestras escuelas puede enseñar con plena eficacia si no tiene una comprensión profunda del papel de los medios de comunicación en la vida de sus alumnos”.
La radio permitió que la información se distribuyera a una audiencia mucho mayor. La radio como herramienta educativa se hizo popular y muchos estudios demostraron su eficacia, especialmente en el área de la educación a distancia.
Se esperaba que “los maestros competentes e imaginativos de cualquier comunidad pueden utilizar, y de hecho lo hacen, medios de enseñanza como las emisiones escolares para estimular y vivificar las experiencias de los jóvenes en el aula”.
El uso de las radios en la educación permitía a los estudiantes ver un espectro más amplio del mundo que les rodeaba. Se les introdujo en visiones más mundanas y tuvieron acceso a mucha más información.
Si bien las emisiones educativas comenzaron al principio como meras actividades de escucha, más tarde se convirtieron en una experiencia interactiva en la que los estudiantes trabajaban con la información que se les presentaba de diversas maneras.
Durante la Segunda Guerra Mundial mucha gente creyó que la victoria de América se atribuyó a su capacidad de entender y utilizar los equipos audiovisuales con gran éxito (Reiser, 1987).
No es de extrañar entonces que muchos de los primeros estudios realizados sobre los beneficios de los materiales audiovisuales se hicieron utilizando técnicas de instrucción militar.
Los estudios realizados en la década de 1950 en torno a la instrucción militar examinaron la eficacia de la televisión, las grabaciones de cinescopio y la instrucción regular en el aula. Se encontró que las grabaciones de TV y de televisión eran superiores a la instrucción en un aula normal (Rock, s.d.).
En un estudio separado de Rock y otros (1959) se determinó que la instrucción por televisión era por lo menos tan eficaz como la instrucción regular y más eficaz para los grupos con dificultades de aprendizaje.
Sin embargo, Reiser (2002) hizo una revisión de muchos de los diferentes estudios que incluían una comparación del aprendizaje utilizando diferentes medios para impartir la instrucción. Encontró que, independientemente del método de instrucción, todos los participantes aprendían de manera similar (Reiser, 2002).
La discrepancia entre los resultados de estas investigaciones puede haber surgido por varias razones diferentes. Con la introducción de materiales audiovisuales, los maestros comenzaron a sentirse amenazados en su papel de educadores.
Algunos creían que los vídeos se convertirían en el principal medio de instrucción, por lo que muchos maestros quedaron obsoletos. Además, muchos de los primeros estudios sobre la educación audiovisual fueron financiados por organismos gubernamentales en situaciones especializadas.
Los requisitos de la educación del personal militar son diferentes de los de la educación de los estudiantes en un aula normal. Era obvio que durante la época de la instrucción televisiva, los defensores querían que la investigación probara que su trabajo de llevar materiales audiovisuales al aula estaba justificado.
Por último, la capacidad real de impartir la lección por cualquiera de los medios podría afectar a la capacidad de aprendizaje. Así como un programa de computadora mal creado puede no beneficiar la instrucción, también lo puede hacer un profesor mal preparado o poco entusiasta.
Por lo tanto, en estos estudios, hay muchas variables que pueden influir en los resultados, por lo que no hay una respuesta definitiva sobre los beneficios educativos exactos de los materiales audiovisuales, especialmente en su infancia.
Sin embargo, en lo que respecta a la satisfacción de los profesores, un estudio realizó una amplia encuesta entre los profesores de las escuelas primarias y secundarias que utilizaban las lecciones de televisión en la escuela en Ciencia, Música, Francés y Español.
Encontró que el 89% de los profesores lo consideraban lo suficientemente valioso como para continuar (Hansen, 1953).
Aunque hubo resistencia a la obtención de los dispositivos y materiales necesarios para incorporar lo audiovisual en la educación, es evidente que hubo cierto movimiento hacia la integración de lo audiovisual en las lecciones desde las perspectivas del aprendizaje y la enseñanza.